Llega el verano y con él el aluvión de vuelos procedentes de Reino Unido con turistas con una obsesión: el sol, la fiesta y el alcohol barato. El problema es que algunos empiezan ya en el mismo avión.

Los vuelos de compañías low cost con destino a zonas turísticas del Mediterráneo, como las Baleares o Alicante, son escenario de preocupantes escenas que hacen incluso intervenir a las autoridades.

El pasado sábado, controladores aéreos denunciaron que en un vuelo entre la ciudad de Bristol y Alicante, la tripulación del avión llamó a las fuerzas de seguridad para atajar los disturbios que provocaban una treintena de turistas en estado de embriaguez.

"Parece ser que se han peleado a bordo. Prioridad, recorte de maniobra en lo posible y se coordina la presencia de policía. Reiteramos nuestro apoyo a las tripulaciones y pasajeros que tienen que sufrir estas situaciones", dijeron los controladores en Twitter.

Cánticos a bordo, peleas, insultos, negativa a abandonar el avión cuando se lo requieren los agentes... las escenas se repiten una y otra vez en los vuelos que llegan a España.

Los conductores de autobuses que posteriormente reparten a los recién aterrizados a hoteles de lugares como Benidorm saben bien que muchos de esos turistas llegan ya en un estado de ebriedad importante.